martes, 19 de octubre de 2010

El Tiempo.

Difícil de definir, difícil de conocer su valor.

En las ciencias naturales, como en la física por ejemplo podemos abreviarlo a una simple fórmula, el economista podrá ver en él una variable de su modelo económico, al administrador le da una referencia para medir eficacia en los procesos, para otras personas puede ser el único que da respuesta a sus problemas; en sí el tiempo es relativo pero en lo personal es mejor definirlo como un recursos no renovable, pues una vez hemos gastado un segundo de tiempo nunca podremos reutilizarlo.

Esto hace del tiempo inapreciable, no podemos ni siquiera pensar en desperdiciar medio minuto, y es que las horas que pasan no pueden regresar, la rueda del tiempo no se detendrá por nada ni nadie.

Entonces es buen momento de comenzar a examinar nuestros pensamientos, lo que decimos y nuestras acciones, averigüemos si dedicar tiempo a ellas vale o no la pena. Porque lo mejor sería darnos cuenta que invertimos de tal manera, que siempre estamos en búsqueda de lo mejor, de nuestra salud, felicidad y éxito.

El reloj siempre seguirá su marcha, consigamos el máximo de cada día, para entender el valor de un año, preguntemos a algún estudiante que perdió el año de estudios, para entender el valor de un mes, preguntemos a una madre que dio a luz a su bebé prematuro, para entender el valor de una hora, preguntemos a una pareja de novios que esperan a encontrarse, para entender el valor de un minuto preguntemos a una persona que lo ha dejado su único transporte de la mañana, para entender el valor de un segundo, preguntemos a una persona que por poco evitó un accidente, para entender el valor de una milésima de segundo, preguntémosle a la persona que gano la medalla de plata en los juegos olímpicos.

Atesora cada momento que vivas y atesóralo más si lo compartiste con alguien especial, lo suficientemente especial como para dedicarle tu tiempo y recordemos que el tiempo no espera por nadie.

"El pasado es historia, el futuro un misterio pero el hoy es un regalo, por eso se llama presente."



domingo, 26 de septiembre de 2010

Por un puñado de garbanzos.

Hoy quiero cambiar un poco la dinámica compartiendo con ustedes una lectura que nos ayudará a comprender un poco más sobre la entrada anterior (El Desapego), claro siempre contiene la parte la de reflexión.

Cuentan que en la India los cazadores esconden botellas con garbanzos en la selva para atrapar monos. Los monos meten su mano en la botella para sacar los garbanzos, pero, al estar la mano llena y querer sacarla, no sale por la boca de la botella.
Los monos pierden agilidad y velocidad para huir. Pueden soltar los garbanzos y sacar la mano de la botella para salvarse, pero no lo hacen, el mono, ensimismado con el deseo y la ambición de obtener los garbanzos, no ve que en poco tiempo será el menú del cazador.

Cuántas veces en el mundo empresarial somos como esos monos de la India? Tratamos de lograr nuestros objetivos a toda costa, aunque en el camino sacrifiquemos a nuestra familia, a nuestra pareja y, sobre todo, nuestra salud. Lo peor es que basamos nuestra felicidad o miseria en el logro de objetivos. Tener metas es importante; el problema es cuando las metas nos tiene a nosotros, es decir, cuando estamos apegados a los resultados.

Anthony De Mello define el apego como la creencia de que nuestra felicidad depende de personas o aspectos externos a nosotros. Cuando estamos apegados tenemos muchas emociones negativas y miedo de no conseguir los resultados, porque subconscientemente, consideramos que nuestra felicidad depende de ellos. Por ejemplo, cuando queremos ganaren los negocios ; cuando preparamos un informe para el director; cuando llevamos a cabo un evento y queremos que salga perfecto.

No está mal buscar excelencia en lo que hacemos; el problema está cuando creemos que el logro de la meta que buscamos define nuestra paz y tranquilidad.
Desapego no significa desinterés, sino la conciencia de que valemos por lo que ya somos y no por el éxito de alcanzar una meta.

Cuando estamos apegados y no logramos los objetivos, nos molestamos, nos da cólera, sufrimos. Como consecuencia, generamos estrés y éste deteriora la salud de nuestro cuerpo. la pregunta es: ¿vale la pena ?

domingo, 5 de septiembre de 2010

El Desapego.

En los últimos años los precios de los artículos se han ido por las nubes, principalmente porque los deseos de las personas han aumentado locamente (no solo los deseos, si no lo que desean cada vez tienen menos sentido) ahora nos queda que limitemos esos deseos y los precios automáticamente tendrán que bajar.

Entonces, ¿Por qué no comenzar con el desarrollo desapego?

A muchos esto les puede parecer algo difícil, de monjes o santos, pues vivimos en un mundo material, y es difícil ser inmunes a todas estas cosas. Como en toda enseñanza, comencemos desde lo básico no necesariamente debemos de dar un gran giro a nuestra vida de la noche a la mañana poco a poco encontraremos el sentido de las cosas.

¿Cómo podemos entender el desapego?

Desapego significa básicamente renunciación, no renunciar a la propiedad o a los lazos familiares, si no renunciar al poder que la mente y el deseo que esta fomenta y tiene sobre cada uno de nosotros.

Podemos evitar desear ese tipo de cosas que en nada contribuyen con nuestro desarrollo como personas, que evitan el crecimiento de la divinidad en nuestro interior, todas esas cosas que tanto nos desviven por el hecho de no poseerlo.

No es malo ser ambicioso, crecer como personas, dentro de la sociedad y ser mejores miembros de esta, lo malo radica en caer en actos negativos e impuros por el hecho de adquirir posesiones y riquezas. Tengamos en mente que esas cosas se quedan en el mundo sensorial, (el mundo material), pero que el alma, la parte divina de nuestro ser, debe de crecer para que luego pueda ser liberada, es a esta parte de nuestro ser a la que debemos de tomarle mayor importancia.

Entonces también formemos desapego, deshagámonos de todas las huellas de envidia, orgullo y codicia. Por el contrario llenemos nuestros corazones con amor desinteresado, trabajemos por ser ejemplos para los demás, estoy seguro que por este medio, la gente de esta tierra puede vivir en paz y en prosperidad.

lunes, 21 de junio de 2010

Un poco sobre autocontrol.

En cuantos problemas nos hemos metido por actuar sin pensar y más aún por no poder controlar nuestros sentidos. Actualmente estamos mal utilizando los sentidos y como resultado de esto, también lo hacemos con nuestro cuerpo.

Entre los cinco sentidos de percepción, los ojos están dotados de inmenso poder, con cuatro millones de rayos de luz, nos permiten ver las maravillas de la creación. Pero como nos encanta ver esas cosas que en ningún momento nos traen beneficio, que por el contrario podemos catalogarles de no sagradas, visiones que de forma egoísta, muchos solo lo hacen para buscar placeres sensuales, el único resultado que deriva de esta mala práctica, es la destrucción de miles de rayos de luz, debilitando el cuerpo día a día, reduciendo de esta manera nuestra esperanza de vida, por el simple hecho de involucrarnos en visiones no sagradas y el poco control de la vista. Entonces tengamos presente que, cualquiera que sea la práctica en la que nos involucramos uno no puede derivar ningún beneficio sin el control de la visión.

Con el control de la visión, uno debe de tener control sobre su lengua, ¿En cuántos problemas nos habrá metido nuestra lengua?, al menos una vez será, pero que perfecto es Dios, que nos ha dado dos ojos, dos manos, al igual que un par de fosas nasales, pero solo nos dio una lengua, ¿curioso verdad? Solo Él sabrá cuantos problemas nos evitó con el hecho de darnos solo una lengua.

Hay al menos 10 mil papilas gustativas en la lengua, que a medida nos volvemos esclavos del mundo arruinamos, cuando la utilizamos solo para pronunciar malas palabras, o aquellas que hieren los sentimientos de los demás, para difamar o poner en mal al prójimo, cuando somos extra comunicativos y le ponemos un plus a “la noticia” para volverla “más interesante”, en fin todas estas situaciones, lo único que hacen es reducir nuestra expectativa de vida por no poder establecer un control.

Al igual que la vista y el gusto, todos los sentidos pierden su poder a medida que siguen siendo mal utilizados y así reduciendo la expectativa de vida de cada uno de nosotros. Establezcamos este control, evitemos hablar de tal manera que hiera a los demás, hablemos menos, entendamos que el exceso de habla nos conducirá a problemas futuros y aprendemos más al escuchar; por otro lado no veamos lo malo, quedémonos con lo bueno, solo así nuestros ojos alcanzaran grandes poderes, cambiando la visión de las cosas, recordemos que la vida se nos presenta según el cristal a través del que se observa, veámosla entonces a través del cristal de la divinidad y el positivismo, que nos abrirá el camino hacia las mejores recompensas.

Así que recordemos siempre tener los sentidos bajo control. Que el intelecto dicte las órdenes a nuestra mente, y la mente domine a nuestro cuerpo.

martes, 1 de junio de 2010

Ganemos el Amor de Nuestra Madre.

Ya finalizado el mes de mayo, el mes de la madre, es bueno darle honor y reflexionar un poco sobre el amor noble y supremo de quien nos ha regalado la vida, de quienes seremos hasta el próximo quinto mes del año. Reflexionemos ¿Será suficiente hacerle honor solo un día al año? ¿Estaremos ganándonos el amor de nuestra madre? ¿Qué podemos hacer? ¿Para qué?


El amor de la madre es más noble y supremo que el amor de todos los amigos y parientes en el mundo, no tiene comparación. Desde tiempos remotos grandes hombres han alcanzado gran poder, solo debido a la guía y bendición de sus madres, bendición que no tiene par, lamentablemente muchas veces somos incapaces de comprender su amor.

Es un gran pecado el abandonar a una madre con tal poder divino, sólo cuando defendemos el honor y dignidad de la madre, tendremos derecho a ser llamados verdaderos hijos. La vida de quien no ha logrado ganarse el amor de su madre, entonces podemos decir que solo es un desperdicio, debemos de ganarnos el amor de nuestra madre, ese amor que nadie con palabras puede describir, pero que sabemos que es una fuerza que figura en la vida, que debemos respetarla y amarla, démosle un lugar de honor y cuando existan personas así, serán las que realmente podrán conducir sus vidas, a nuestro país y el mundo.

Podemos adorar otras deidades, mas debemos adorar a nuestra madre, casi, tanto como a Dios, es solamente por el amor de la madre que desarrollaremos sentimientos divinos, por ello donde haya una madre con nobles cualidades, habrá paz y prosperidad.

Es absurdo desear el amor de la gente, ignorando el amor de nuestra propia madre, intentemos experimentar su amor. Esforcémonos a lo largo de nuestras vidas a ganar el amor de nuestra madre, es el único amor desinteresado que estará siempre con nosotros, guiándonos constantemente en todos nuestros esfuerzos,Si nos empeñamos en ganar su amor, luego podremos ganarnos el amor de las demás personas.

Donde quiera que estemos, y a quien veamos, nos daremos cuenta que las personas que han prosperado lo han hecho únicamente por las bendiciones del amor de sus madres, entonces si no le ganamos, como esperamos ganarnos la gracia de Dios.

Por lo general no somos capaces de darnos cuenta de esta verdad y es un grave error el pensar, que nuestra responsabilidad termina en el dar obsequios, almuerzos o cenas en el 10 de mayo, aunque esto no cae nada mal, debemos de ver más allá, mantengámosle en alta estima y sirvámosle día a día, hagamos que ella se sienta feliz y contenta.

miércoles, 19 de mayo de 2010

La Verdad es Dios.

A Dios no se le puede comprender fácilmente, cada quien le interpreta según su credo, punto de vista o según su conveniencia, pero podemos coincidir en que cualquier cosa que Dios hace se debe al amor ilimitado que nos tiene a nosotros, sus hijos. Algunos no entendiendo esto atribuyen imparcialidad a Dios y se encargan de cuestionar sus propósitos, esto simplemente se debe a la falta de conocimientos. Los verdaderos hijos de Dios no deben de dar lugar a tales dudas, ni debilitar su fe, ante tales casos.
Todos están buscando la forma o tratando de encontrar a Dios físicamente, otros por su lado están probando su existencia y otros simplemente se desviven en su afán por desmentir su existencia. Los científicos por ejemplo utilizan todo tipo de método para declarar que no han encontrado a Dios en ningún lugar, aunque mediante la visión del amor y el poder de la fe, podemos constatar de su presencia y su manifestación en todo lo que existe. Otros por su lado se han enfocado en preguntar si podemos mostrar su existencia, de la forma más simplista les podemos responder, sin la existencia de Él seriamos incapaces de hablar y movernos, porque todos somos la viva reencarnación de Dios, estamos llenos de su divinidad, no hay nada en el mundo que no sea Dios. Para conocer esa divinidad debemos conocer lo sagrado que está dentro de nosotros.
Esto me recuerda una enseñanza Hindú que nos puede ayudar a entender mejor. “Si tienes sal en la boca, no podrás probar algo que es dulce, solo cuando te liberes de ella y te laves la boca, podrás experimentar lo dulce”. Los malos deseos son en este caso la sal, solo al desecharla podremos experimentar la divinidad, despojémonos de cualidades negativas como: la envidia, el odio, la ira, el ego, el apego a las cosas materiales; de esta forma limpiaremos nuestro corazón y podremos conocer lo sagrado que vive dentro de nosotros, tendremos esa visión de amor que nos permitirá ver a Dios en todo lo que existe, tener una vida basada en la fe, podremos reconocer la verdad y la rectitud como el eje de nuestras vidas, como lo mencionaba en la entrada anterior de este blog, este es el principio de vida, la fuerza que sostiene todo nuestro ser y solo así podremos llevar una vida con propósito. Todo lo demás solo nos satisface el momento, nos da alegría como simple emoción fuerte que se termina en un abrir y cerrar de ojos, pero no una felicidad interior que nos da plena satisfacción, la satisfacción de tener a Dios dentro de nuestros corazones.

domingo, 16 de mayo de 2010

La Verdad.

Hoy en día no hay adherencia a la verdad, coqueteamos tan fácilmente con la falsedad, hemos perdido el respeto a la verdad, así como fácilmente hemos prostituido al amor y hoy es un valor olvidado. Consideramos a la rectitud como una cosa irrelevante en el contexto actual. Nos hemos vuelto tan falsos que hasta lo espiritual hemos llegado al colmo de practicarlo como un medio para ganar reconocimiento social, volviéndose en algo más ostentoso que genuino, demostrando que lo que decimos ser no va con nuestro actuar; el apego a lo material y el odio o el egoísmo y la envidia.
Cuando deberíamos tener presente día con día que la verdad es inmutable y eterna, es vital para nuestra existencia, la verdad es Dios, es fuente de riqueza y es que en donde hay verdad hay prosperidad. Debido a la falta de verdad no hay paz ni seguridad en el mundo.
Salgamos de la ignorancia, démonos cuenta que vivir en la falsedad nos lleva a la malaventuranza, llena nuestras vidas de adversidades y es fatal para nuestro enriquecimiento de la conciencia. Es más fácil descargar el peso de llevar la cadena de mentiras por cubrir la anterior, al desterrar la falsedad en la primera.
Cuando no hay verdad las bases de nuestras vidas colapsan, como un edificio con bases débiles. Tengamos siempre presente que la verdad es la fuerza que sostiene a todo el ser.
A todos nos gusta disfrutar de los mejores frutos de la tierra pero sin regar las raíces, reguemos las raíces de nuestras vidas practicando día con día el valor de la verdad, seguir una vida de rectitud es el primer paso para alcanzar los frutos que tanto anhelamos.

miércoles, 12 de mayo de 2010

La Hermandad.

La vida tiene como fin demostrar un ideal al mundo, el que nos ayudará, a que al momento de nuestra partida, dejemos al mundo mejor de cómo le encontramos. Estamos dotados de infinitos poderes, sin embargo, llevamos una vida de ignorancia que no nos permite percatarnos de estos poderes innatos. A pesar de que todos los tenemos solo unos cuantos pueden manifestarlos en los demás, por lo que todos deberíamos hacer esfuerzo para mostrar nuestra divinidad inherente.
Parecemos humanos normales, nos comportamos como si lo fuésemos, a pesar de nuestro infinito poder, cada hombre debe hacer esfuerzo para realizar nuestro interior compuesto por nuestra alma, que está presente en todos. Y es que el alma no tiene una forma específica, pero está llena de amor y bienaventuranza, ella se tiene que realizar y experimentar por cada individuo.
En la coyuntura actual del mundo las personas no son alentadas a practicar la hermandad, las instituciones deberían de ser el vivo ejemplo de hermandad y no estar pensando únicamente por los intereses propios como en la actualidad se acostumbra hacer.
Nos llamamos entre sí hermanos/hermanas, pero debemos estar claros que la mera expresión verbal no es suficiente, debe reflejarse en la conducta. Los estudiantes no deberíamos estar pensando que la educación tiene como fin último el colocarnos en las mejores corporaciones, empresas o altos lugares de la sociedad, su fin debería ser para compartir nuestras habilidades, para compartir nuestro amor con los semejantes y demostrar el ideal de la hermandad. La necesidad en este momento es practicar el ideal de la hermandad, los hermanos deberán conducir sus vidas en forma ideal.
Podremos ser diferentes, tener gustos diferentes, pero el principio de vida es uno y el mismo para cada uno de nosotros.
No hay escases de hermanos ideales en esta tierra, pero si hay algunos que no son capaces de traducir sagrados sentimientos en acciones y de establecer un ideal para compartirlo con los demás. Solo cuando compartimos el amor con nuestro prójimo es que podremos estar en paz con Dios, es cuando podremos experimentar la divinidad.

martes, 11 de mayo de 2010

Primera Entrada.

Este blog esta dedicado a la contribución de la iluminación interior de sus visitantes, con mensajes que enriquezcan su convivencia con sus semejantes, con valores, pero sobre todo, el crecimiento de la fe del individuo. No estoy hablando de ninguna religión en específico, pues debemos de entender que todas son caminos hacia un mismo fin; ni es la creación de nuevas creencias o secta, solo mostrando que existe una estructura de vida diferente a la que estamos acostumbrados a ver como la correcta, o que nos hemos acomodado a validar.