miércoles, 12 de mayo de 2010

La Hermandad.

La vida tiene como fin demostrar un ideal al mundo, el que nos ayudará, a que al momento de nuestra partida, dejemos al mundo mejor de cómo le encontramos. Estamos dotados de infinitos poderes, sin embargo, llevamos una vida de ignorancia que no nos permite percatarnos de estos poderes innatos. A pesar de que todos los tenemos solo unos cuantos pueden manifestarlos en los demás, por lo que todos deberíamos hacer esfuerzo para mostrar nuestra divinidad inherente.
Parecemos humanos normales, nos comportamos como si lo fuésemos, a pesar de nuestro infinito poder, cada hombre debe hacer esfuerzo para realizar nuestro interior compuesto por nuestra alma, que está presente en todos. Y es que el alma no tiene una forma específica, pero está llena de amor y bienaventuranza, ella se tiene que realizar y experimentar por cada individuo.
En la coyuntura actual del mundo las personas no son alentadas a practicar la hermandad, las instituciones deberían de ser el vivo ejemplo de hermandad y no estar pensando únicamente por los intereses propios como en la actualidad se acostumbra hacer.
Nos llamamos entre sí hermanos/hermanas, pero debemos estar claros que la mera expresión verbal no es suficiente, debe reflejarse en la conducta. Los estudiantes no deberíamos estar pensando que la educación tiene como fin último el colocarnos en las mejores corporaciones, empresas o altos lugares de la sociedad, su fin debería ser para compartir nuestras habilidades, para compartir nuestro amor con los semejantes y demostrar el ideal de la hermandad. La necesidad en este momento es practicar el ideal de la hermandad, los hermanos deberán conducir sus vidas en forma ideal.
Podremos ser diferentes, tener gustos diferentes, pero el principio de vida es uno y el mismo para cada uno de nosotros.
No hay escases de hermanos ideales en esta tierra, pero si hay algunos que no son capaces de traducir sagrados sentimientos en acciones y de establecer un ideal para compartirlo con los demás. Solo cuando compartimos el amor con nuestro prójimo es que podremos estar en paz con Dios, es cuando podremos experimentar la divinidad.

1 comentario:

  1. La hermandad mas que la simple simpatia con los individuos debe convertirse en la empatia dirigida a cada ser humano, en afan de hacer de cada persona un ser nuevo y mejor al que nosotros somos.

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